jueves, 28 de enero de 2016

Diego Rivera: Cuando el arte y la política van de la mano




Diego Rivera es uno de los muralistas mexicanos más destacados del siglo XX y para comprender su obra hay que hablar de política, ya que su arte no estaba disociado de su ideología. Fue uno de los fundadores del partido comunista mexicano y en sus imágenes hay una marcada crítica al capitalismo, una defensa por la igualdad de derechos y un rescate de las raíces indígenas del pueblo.
Uno de los sucesos más destacados de la historia del arte mexicano es su pintura mural, que experimentó una expansión en el siglo XX, y cuyos creadores desarrollaron el concepto de arte público. Entre los representantes más destacados se encuentran además de Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Los principales murales se hallan en el centro histórico de Distrito Federal, repartidos entre el Palacio Nacional, la Secretaría de Educación Pública y el Palacio de Bellas Artes. 

En los dos primeros sitios se encuentra exclusivamente la obra de Rivera, quien en 1921 empezó a pintar en los edificios públicos de la ciudad de México.


Las pinturas del Palacio Nacional fueron realizados entre los años 1929 y 1951. Las obras narran los períodos significativos de la historia de México: desde el precolombino hasta el fin de la Revolución Mexicana.

Son cinco murales y están en la segunda planta, y el espacio de la escalera principal. Fueron restaurados durante el año 2009, con motivo de los festejos del Bicentenario de la Independencia Mexicana.


Crítica

En tanto, en la Secretaría de Educación Pública (SEP), hay una gran cantidad de murales, y en uno de ellos se lee la frase: “La verdadera civilización será la armonía de los hombres con la tierra y de los hombres entre sí”. En estas obras se observa una fuerte crítica al capitalismo y a las injusticias que se cometen por la desigualdad en el reparto del trabajo y el dinero. Los murales están plasmados en los patios Principal y Juárez del edificio central de la SEP. A estas dos áreas el artista las llamó patios de Trabajo y de Las Fiestas, respectivamente.

En el Palacio de Bellas Artes hay obra no sólo de Rivera (“El hombre controlador del universo”, “Revolución rusa”, “Carnaval de la vida mexicana”) sino también de Orozco (“Katharsis”), Siqueiros (“Nueva democracia”, “Monumento a Cuauhtémoc”), Rufino Tamayo (“Nacimiento de nuestra nacionalidad”, “México de hoy”), Jorge González Camarena (“Liberación”), Roberto Montenegro (“El ángel de la paz”) y Manuel Rodríguez Lozano (“La piedad en el desierto”).
A lo largo de su vida creativa, el artista se expresó mediante diversos lenguajes y estilos, interesándose no sólo por el realismo sino también por el cubismo.  “Nos ha puesto a México en los ojos y también en el corazón. Entendiste la vida en la única forma que puede aceptarse: como obra humana y como obra de arte”, decía el escritor mexicano Carlos Pellicer acerca del trabajo del pintor.


Dónde ver su obra:


*Palacio Nacional  (sede del Poder Ejecutivo Federal de México): www.palacionacionaldemexico.mx


*Secretaría de Educación Pública: www.sep.gob.mx/wb/sep1/sep1_Murales_de_la_SEP

* Palacio de Bellas Artes: museopalaciodebellasartes.gob.mx