Violeta
Parra se hizo conocida por sus canciones pero también tiene obras artísticas
interesantes que no han tenido demasiada trascendencia.
En 1959 se vio
postrada en cama debido a una hepatitis que la mantuvo alejada del canto. Fue en ese momento
que comenzó a dedicarse a la pintura y a las arpilleras. “Sentí la necesidad de bordar cuando
estuve enferma teniendo que quedarme en cama ocho meses. Y pensé que no podía
quedarme sin hacer nada. Un día vi lana y un pedazo de tela y me puse a bordar”, comentó.
La artista había despertado una faceta plástica que alimentaba con
pasión. No solo continuó con la creación de arpilleras y óleos, también hizo
retratos de cantoras y angelitos sobre cerámicas de barro, creó esculturas en
alambre y máscaras con papel maché.
La temática de su obra está ligada a sus vivencias: la vida
campesina y en la ciudad, episodios históricos de Chile, mitos indígenas y
religiosos.
Su obra se puede ver en el Museo Violeta Parra, en Chile. Más información en:
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