domingo, 14 de febrero de 2016

Kandinsky: Sobre la revolución espiritual en el arte

Para Vassily Kandisky, pintor ruso nacido en Moscú en 1866, no existía disociación entre los asuntos humanos y los artísticos. Para él la revolución del arte reclama una revolución espiritual en el hombre.

Un referente y defensor de la pintura abstracta, consideraba que la pintura figurativa _meramente emuladora de lo real_ se presenta como prisión para el artista que obedece la ley de necesidad interior.

"No pueden existir fórmulas para el arte, únicamente es posible saciar los dictámenes del deseo interior. El espíritu es el rector que legitima los trazados en el lienzo", decía.





Kandinsky escribe sobre este punto de vista en el libro "Sobre lo espiritual en el arte", donde se refiere a los efectos del color, el idioma de las formas, la obra de arte y el artista, entre otros temas.

miércoles, 10 de febrero de 2016

La naturaleza como obra de arte

Cada dibujante tiene su fuente de inspiración, hay algo allá afuera que le atrapa la atención. Para algunos es la figura humana, para otros la danza, los deportes y están quienes se basan en la naturaleza. Como fue el caso del biólogo alemán Ernst Haeckel (1834-1919), quien supo combinar su faceta de científico con la de artista.

Haeckel creó un libro de grabados titulado “Obras de arte de la naturaleza”, uno de los más bellos de la historia de la ciencia. En esta obra describe cantidad de organismos (algunos de ellos descriptos por primera vez), con sus respectivas ilustraciones. Los detalles realizados en cada imagen y la perfección con que representa cada forma, son dignos de admiración.





Tuvo un papel importante en la popularización de la teoría evolucionista de Charles Darwin y fue el creador del término ecología. La palabra representa la interdependencia y solidaridad entre los seres vivos y el medio ambiente. Etimológicamente significa "estudio de la casa", en referencia a la Tierra.

martes, 2 de febrero de 2016

Torres García se inspiró en el arte indígena



El pintor uruguayo Joaquín Torres García creó su forma de ver y hacer el arte. Y para ello no sólo se basó en las vanguardias europeas del siglo XX sino también en nuestras raíces indígenas.
El resultado fue el movimiento artístico llamado Universalismo Constructivo, donde buscaba expresar la comunión del hombre con el orden cósmico.
Desde principios de 1900 se interesó por el arte precolombino e indígena e incorporó en su obra principios similares a los que regían en los tapices, donde se tenía en cuenta la geometría, y la representación del mundo era sintética y abstracta.
La inspiración precolombina se puede ver en toda su obra, como por ejemplo en uno de sus cuadros titulado "Formas entrelazadas en fondo rojo", de 1938, inspirado en la cerámica nazca (cultura arqueológica del antiguo Perú).



 





Nació en Montevideo, hijo de Joaquín Torres, un carpintero-tendero catalán, y de su esposa uruguaya, María García. Vivió gran parte de su vida en Barcelona, aunque luego regresó a su patria.
Aunque su arte tenía una base abstracta, estaba igualmente regido por los principios humanistas expresados por medio de los símbolos figurativos tomados de culturas antiguas. Esa integración de la figuración con la abstracción lleva a que su obra sea intemporal y accesible. Además buscaba equilibrar las ideas e imágenes europeas con las americanas.


Dónde ver su obra:

Museo Torres García (Montevideo): www.torresgarcia.org.uy

jueves, 28 de enero de 2016

Diego Rivera: Cuando el arte y la política van de la mano




Diego Rivera es uno de los muralistas mexicanos más destacados del siglo XX y para comprender su obra hay que hablar de política, ya que su arte no estaba disociado de su ideología. Fue uno de los fundadores del partido comunista mexicano y en sus imágenes hay una marcada crítica al capitalismo, una defensa por la igualdad de derechos y un rescate de las raíces indígenas del pueblo.
Uno de los sucesos más destacados de la historia del arte mexicano es su pintura mural, que experimentó una expansión en el siglo XX, y cuyos creadores desarrollaron el concepto de arte público. Entre los representantes más destacados se encuentran además de Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco.
Los principales murales se hallan en el centro histórico de Distrito Federal, repartidos entre el Palacio Nacional, la Secretaría de Educación Pública y el Palacio de Bellas Artes. 

En los dos primeros sitios se encuentra exclusivamente la obra de Rivera, quien en 1921 empezó a pintar en los edificios públicos de la ciudad de México.


Las pinturas del Palacio Nacional fueron realizados entre los años 1929 y 1951. Las obras narran los períodos significativos de la historia de México: desde el precolombino hasta el fin de la Revolución Mexicana.

Son cinco murales y están en la segunda planta, y el espacio de la escalera principal. Fueron restaurados durante el año 2009, con motivo de los festejos del Bicentenario de la Independencia Mexicana.


Crítica

En tanto, en la Secretaría de Educación Pública (SEP), hay una gran cantidad de murales, y en uno de ellos se lee la frase: “La verdadera civilización será la armonía de los hombres con la tierra y de los hombres entre sí”. En estas obras se observa una fuerte crítica al capitalismo y a las injusticias que se cometen por la desigualdad en el reparto del trabajo y el dinero. Los murales están plasmados en los patios Principal y Juárez del edificio central de la SEP. A estas dos áreas el artista las llamó patios de Trabajo y de Las Fiestas, respectivamente.

En el Palacio de Bellas Artes hay obra no sólo de Rivera (“El hombre controlador del universo”, “Revolución rusa”, “Carnaval de la vida mexicana”) sino también de Orozco (“Katharsis”), Siqueiros (“Nueva democracia”, “Monumento a Cuauhtémoc”), Rufino Tamayo (“Nacimiento de nuestra nacionalidad”, “México de hoy”), Jorge González Camarena (“Liberación”), Roberto Montenegro (“El ángel de la paz”) y Manuel Rodríguez Lozano (“La piedad en el desierto”).
A lo largo de su vida creativa, el artista se expresó mediante diversos lenguajes y estilos, interesándose no sólo por el realismo sino también por el cubismo.  “Nos ha puesto a México en los ojos y también en el corazón. Entendiste la vida en la única forma que puede aceptarse: como obra humana y como obra de arte”, decía el escritor mexicano Carlos Pellicer acerca del trabajo del pintor.


Dónde ver su obra:


*Palacio Nacional  (sede del Poder Ejecutivo Federal de México): www.palacionacionaldemexico.mx


*Secretaría de Educación Pública: www.sep.gob.mx/wb/sep1/sep1_Murales_de_la_SEP

* Palacio de Bellas Artes: museopalaciodebellasartes.gob.mx