lunes, 30 de marzo de 2020

Frida Kahlo expresó su angustia en la pintura


El arte puede ser una vía de expresión para develar nuestro mundo interior, miedos, fantasías, sueños, anhelos y conflictos.¿Qué hubiera hecho Frida Kahlo sin el arte, cómo se hubiera salvado de tanto dolor en su vida cotidiana?
Para ella su obra fue su salvación, ya que integró sus fantasmas a la misma, convirtiendo su angustia en imagen.
Es que en 1925 sufrió un grave accidente de tráfico que le fracturó la columna vertebral y la pelvis. Además de imposibilitarle tener hijos, el accidente fue la causa de numerosas operaciones futuras y de una salud siempre precaria.
Esto la llevó a pasar mucho tiempo, tirada en su cama, con un lienzo y su paleta, sostenida emocionalmente por sus cuadros.
Una mujer valiente para su época, cuyas características personales _como su feminismo, libertad sexual y compromiso con el comunismo_ la han vuelto atractiva no sólo para los entendidos en la materia.
Es hija del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo, quien documentó obras arquitectónicas importantes de México a principios de siglo, y de Matilde Calderón y González, originaria de Oaxaca (con ascendencia española de su madre e indígena de su padre).

Personalidad
Su personalidad no sólo se reflejaba en sus pinturas sino también en su forma de vestir. Se vestía con trajes típicos indígenas y sus atuendos no pasaban desapercibidos.
Desde su fallecimiento, ocurrido en 1954 y con sólo 47 años, su figura no paró de crecer, convirtiéndose en un ícono mexicano.
En su búsqueda de las raíces estéticas de México, realizó obras inspiradas en la iconografía mexicana anterior a la conquista, pero fueron las telas que se centran en ella misma y en su vida las que la han convertido en una figura destacada de la pintura mexicana del siglo XX.
Donde ver su obra:
En la colección del Malba (Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires) se puede disfrutar de su pintura. Más info en www.malba.org.ar
Autorretrato con chango y loro, de 1942, está en el Malba.
En Coyoacán (Distrito Federal, México) se puede visitar la Casa Azul donde vivió junto a Diego Rivera entre 1929 y 1954.  De estilo colonial, pintada en un azul francia y rodeada de una vegetación exuberante, conserva sus pinturas, fotografías, muebles y artesanías.Su cocina y comedor, en tonos cálidos, eran espacios que compartía con sus amistades, a quienes según sus propias palabras: “no les hablaba sobre sus angustias porque temía ahuyentarlos”. Más info en www.museofridakahlo.org.mx

Cuando visité la Casa Azul con mi mamá.





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